Monseñor Ismael Rueda en la III Jornada mundial de los abuelos y mayores: «Sigamos el ejemplo de María e Isabel»

Con motivo de la III Jornada Mundial de los Abuelos y Mayores, el domingo 23 de julio se llevó a cabo la Santa Eucaristía en el asilo San Rafael, presidida por el arzobispo de Bucaramanga, Monseñor Ismael Rueda Sierra.

Monseñor Ismael recordó que quienes participaran de esta jornada recibirían la indulgencia plenaria, lo que significa, recibir esa gracia especial por medio de la cual podemos eliminar la pena temporal que merecemos por nuestros pecados y que aún está pendiente de purificar.

Para recibir esta indulgencia plenaria es importante tener en cuenta que debemos realizar la confesión sacramental, recibir la comunión y orar por las intenciones del Santo Padre; esta indulgencia plenaria se aplica a quienes visiten a quienes en esta fecha visite a los ancianos, a una persona mayor y comparta con ella.

En su homilía monseñor recordó en primera instancia el pasaje de la biblia en el que la Virgen María visita a su prima Santa Isabel, “un encuentro generacional, Isabel una persona de avanzaba edad que gracias a Dios pudo engendrar a Juan el Bautista; María por otro lado una jovencita, llevando la esperanza de vida, este encuentro entre estas dos mujeres es la invitación y ejemplo que debe motivarnos en este día”.

“La generación de los niños y jóvenes con los mayores, que representan la esperanza de que las semillas sembradas en buena tierra, produzca el fruto esperado, cuando las nuevas generaciones reciben esa herencia de bien y la proyectan hacia el futuro”, resaltó Monseñor Rueda Sierra.

Así mismo, Monseñor resaltó la importancia del encuentro y del momento que pudieron compartir los adultos mayores del asilo junto a los jóvenes de nuestra arquidiócesis y del camino Neocatecumenal, quienes en unos días viajarán a Lisboa (Portugal) para encontrarse con el Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud.

“Debemos mantener estos momentos de cercanía y de encuentro entre generaciones, El Papa nos recuerda que los jóvenes siempre tienen prisa, esa prisa normal de alguien con vitalidad, sin embargo, los mayores nos enseñan la paciencia histórica, para entender que ir madurando poco a poco e ir aprendiendo la virtud de la paciencia” nos recordó el arzobispo de Bucaramanga.

Monseñor felicitó a los jóvenes por su entusiasmo, por esa prisa de querer llevar el mensaje de Jesús, al ejemplo de María, pero los invitó a tener siempre la conciencia de ir madurando poco a poco, aprender de las lecciones para encaminar el proyecto de vida.

Y a los mayores, el arzobispo Ismael los exhortó a ver la vida con esperanza y sin nostalgia, valorar la presencia de Dios en cada persona. “No debemos olvidar que Dios siempre es misericordioso con todos, él cura cualquier herida que se haya producido, invitándonos siempre a pensar en el más allá”.

Con respecto al evangelio, Monseñor resaltó que debemos ser la semilla que caiga en buena tierra, teniendo un corazón abierto y dispuesto, sin obstáculos para que la semilla del evangelio y de la voluntad de Dios pueda germinar en nosotros y resurgir el bien.

“no podemos confiar solo en nuestra propia fuerza para vencer el pecado y la cizaña, el único que vence el pacado, la muerte y al maligno es Dios; por tanto, nuestro propósito permanente debe ser ir siempre de la mano de Dios”. Afirmó Monseñor Rueda Sierra.

Monseñor finalmente nos llamó a vivir en la cultura del cuidando, velando siempre por los demás, para que la semilla que Dios ha sembrado pueda obtener el fruto esperado por el Señor.

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